A lo largo de mi ya dilatada experiencia, siempre han habido momentos en los que la motivación ha sido parte fundamental para seguir hacia adelante, para esforzarme otra vez más y ver un futuro de luces y no de sombras como hasta ahora me había ocurrido. Motivación que llega tras una larga y analizada parada en el camino, tras mis dos años en Elizondo, donde no pude exprimir lo que yo quería, por muchos motivos, y que desembocaron en una renuncia a mis principios, a una huida acelerada dejando atrás un bagaje importante a nivel deportivo. Ha sido un año, prácticamente, dedicado a la reflexión, a escucharme a mí mismo, a intentar volver a sentir sensaciones. Visionaba no hace mucho el famoso vídeo de motivación en el que Al Pacino arenga a sus jugadores, y cada vez que lo veo, me identifico más con ese entrenador, porque es el espejo de lo que a mi me ha sucedido:
"Espanté a los que alguna vez me amaron, y últimamente no puedo ni soportar la cara que veo en el espejo. Sabéis, envejecer implica quedarse sin ciertas cosas, es parte de la vida, pero uno sólo aprende eso cuando empieza a perderlas. Descubres que la vida es un juego, porque tanto en la vida como en el deporte, el margen de error es muy pequeño..."
¿Habré comenzado a perder eso que menciona Al Pacino? He cometido errores que me han supuesto pagar demasiado caro algunos momentos de mi vida, he podido incluso hipotecar parte de ella a mi deporte, pero era porque no encontraba personalmente ningún tipo de motivación, y mi refugio, mi meta era el balonmano. Ahora, cuando he perdido, después de un camino lleno de obstáculos, he decidido que debo sacar la cabeza, que tengo que dar cara a los reveses que me he llevado y volver a sonreír, a disfrutar, ¿a amar?
Algo o mucho he cambiado. La persona dura, seria, inmune que siempre he parecido, se ha convertido en un ser muy emocional, sensible, a veces frágil, ¡muy emotivo! Tengo demasiadas horas para pensar, he analizado mi pasado, y la conclusión inclina la balanza hacia el lado positivo, pero no con demasiada fuerza; creo que no debo mirar hacia atrás salvo para recordar los buenos momentos y muchos de ellos me los ha dado el balonmano. Y ahí sigo, ilusionado, día a día, compartiendo con mis amigos todo lo mucho o poco que me ha dado este deporte, mis vivencias... ¡la historia de mi vida!
Mientras tanto, empiezo a disfrutar, de los chicos, de los partidos pero, sobre todo, de mis colegas, de mis compañeros de viaje en este nuevo trayecto ¿será el último?
martes, 9 de octubre de 2012
viernes, 20 de enero de 2012
Murcia, enero 2012
Tras varios años apartado del balonmano base, he tenido la oportunidad en los últimos meses de saborear la esencia de la juventud, de las ganas por aprender, de la inocencia (a veces) de los 15 años y de la maravillosa compenetración habida entre mis compañeros de viaje, Erkuden y Fernando. Volver a enseñar, aplicar tus conocimientos, explayarte ante los jóvenes, pero sobre todo, observar sus caras cuando los tienes alrededor, escuchando tus explicaciones..., eso no tiene precio. A uno le hace sentirse importante y le sube la autoestima como nunca. Experiencia fantástica donde las haya.
Analizar el resultado del Campeonato se hace, cuando menos, tortuoso y cansino ¿para qué lo voy a exponer aquí, si me lo sé de memoria?, además, creo que a nadie le interesa. Pero si es de rigor hacer un análisis de la convivencia, la cual ha sido, a todas luces, ejemplo a seguir en lo sucesivo y sin necesidad de implantar normas arcaicas ni duras. Cuando se sabe tratar a las personas, no es necesario tirar del palo para conseguir un orden y respeto mutuos.
El resultado final que a mi me sirve de verdad es el humano, el ver cómo estos chicos progresan adecuadamente en su vida personal, en sus principios, en sus relaciones..., mucho más importante que la efímera vida del deportista aunque alguno de ellos llegue a la llamada élite.
Me siento muy orgulloso de haber tenido la oportunidad de convivir con ellos, de haber sido, en cierta manera, "padre" de muchos de ellos, de darles consejos, de repartir cariño y buenas formas, de acercarme a ellos, a sus problemas, vivencias, alegrías, tristezas, lágrimas y júbilos, todo ello ha sido enriquecedor, muy importante para mí.
No puedo ni debo olvidarme de mis compañeros de viaje. Fernando, pupilo, amigo, compañero, consejero..., me has hecho ver muchas cosas y quizás deberías haber insistido más porque soy un cabezón, pero sólo tengo palabras de agradecimiento hacia tu persona. Hemos sido cómplices en muchos momentos, en Elizondo y en Murcia y eso significa un nexo de unión importante que espero y quiero mantener para siempre; seguro que volveremos a colaborar.
Erkuden ¡no sé cómo empezar! Mi "desconocida" favorita, mi musa ideal, quien casi sin conocernos, se embarca en la aventura de trabajar con un equipo de balonmano. Sorpresa mayúscula que vinieras, pero alegría tremenda de que lo hicieras por muchas cosas. Hemos compartido mucho más que el balonmano, LA AMISTAD, y ha sido un placer enorme tenerte a mi lado tanto en el banquillo como en nuestras "cenas profesionales". Tu trabajo ha sido simplemente excepcional, didáctico, con método, donde los chicos han aprendido algo fundamental para sus vidas deportivas, como es conocer un poco más su cuerpo, ese que, como tú muy bien dices, nos tiene que durar toda la vida. Me alegro mucho de haberte conocido, seguiremos en contacto, más visualmente que otra cosa, pero siempre estarás ahí, tendrás un hueco en los sillones preferentes de mi academia particular.
Y ahora toca una nueva remesa de jugadores que, espero sean cuando menos, como los que he dejado atrás. Seguiremos con humildad, con orgullo y con honestidad, enseñando a las generaciones futuras los valores no sólo ya del balonmano, sino de la vida misma, esa que nos da y que nos quita, pero este deporte, a mi personalmente, me ha dado mucho, demasiado: AMIGOS de todas las edades y condición, algo de lo que me siento muy orgulloso.
Gracias a todos por vuestra ayuda y por confiar en mí, a pesar de haber podido defraudar a alguien en algún momento. C'est la vie!
Otoño de la vida
Las costas francesas a lo lejos, el agua salpica mi cara, ¡estoy tan cerca de ti! He tenido que volver, regresar a mi mundo pasado, a mi Honddarbi, a visitarte para recibir tu consejo desde tus aguas ahora oscuras, revueltas y tristes como yo me encuentro, lleno de nostalgia y de cierta frustración. Siempre has sido mi amigo fiel, quien me ha llenado de esperanza, quien ha sabido comprender mis errores, mis penas, y donde tu brisa fría, que ahora hiela mis lágrimas, ha llenado mis alforjas de esperanza en los momentos más complicados. Paseo por tu orilla buscando una razón a este otoño vital que me llega inexorable, que me escuece como nada en esta vida, que me prohíbe querer lo que más quiero. ¡Qué fueron de aquellos años en los que nada parecía imposible, en los que conseguía todo lo que anhelaba, en los que con una sola sonrisa, el mundo se ponía a mis pies! El espejo me habla de lo efímero que es el triunfo, de que el tiempo surca por mi cara con un arado profundo enseñando mis miserias... Miro en tus aguas y la veo reflejada, quiero ir hacia ella, necesito salvarla de tus entrañas..., pero desaparece, no ha estado nunca, es un espejismo tan bello que me hizo ser feliz en aquellos años, unos momentos muy intensos, llenos de alegría, dramáticos en algún momento, pero recordados con pasión, con mucho cariño. Vuelven mis recuerdos, mi niñez, mi fracasado matrimonio, mi hijo... ¡y tú!; las lágrimas se amontonan en mis pómulos, la imagen de mis aitas aparece entre las nubes, ¡qué tiempos tan felices!, mi niñez, en definitiva, los momentos más importantes de mi vida. Y vuelves otra vez, entre las olas, quiero cogerte de la mano, pero es imposible, ya lo era antes y ahora más, te alejas, te vas... creo que nunca has estado, quiero hundirme contigo en las aguas oscuras y bulliciosas, decir adiós a un mal sueño, ¡pero es tan agradable tu recuerdo! De nuevo la brisa azota mi rostro, me miro y no me reconozco, el otoño ha llegado ¡demasiado pronto! cruel e infalible apartándome de tí... ¡hace tanto tiempo! Aparecen dos gaviotas blancas, sobrevuelan mi cabeza, me quieren decir algo... ¡agur aitas, nos vemos pronto! It's a hard life, of course!
Volver a sentir
Retomo el blog tras más de dos años de ausencia. Siento la necesidad de escribir, de plasmar mis vivencias..., uno, a veces, se encuentra demasiado solo, sin poder compartir momentos especiales, y ha de soltar por alguna vía sus interioridades, sus alegrías y sus penas, en definitiva, la propia vida en toda su extensión.
Viejo, mira a mi vida (En USA, old man= father, padre),
soy como tú eras (soy muy parecido a ti).
Viejo, mira a mi vida,
soy como tú eras.
Viejo, mira a mi vida,
veinticuatro años y hay muchos más,
viviendo solo en un paraiso,
que hace que me lo piense dos veces.
Se pierde el amor, vaya pérdida,
dame cosas que no se pierdan,
como una moneda que no se eche a perder
rodando hasta casa hacia ti.
Viejo, pégale un vistazo a mi vida,
soy como tú.
Necesito alguien a quien quere durante todo el día.
Ah, un vistazo a mis ojos,
y puedes decir que es verdad.
Canciones de cuna, mira en mis ojos,
corretear por la misma vieja ciudad,
no significa tanto para mí,
para que te importe tanto a ti.
He sido el primero y el último,
mira como pasa el tiempo,
pero por fin estoy completamente solo,
rodando hasta casa hacia ti.
Viejo, pégale un vistazo a mi vida,
soy como tú.
Necesito alguien a quien quere durante todo el día.
Ah, un vistazo a mis ojos,
y puedes decir que es verdad.
Viejo, mira a mi vida,
soy como tú eras.
Viejo, mira a mi vida,
soy como tú eras.
Viejo, mira a mi vida (En USA, old man= father, padre),
soy como tú eras (soy muy parecido a ti).
Viejo, mira a mi vida,
soy como tú eras.
Viejo, mira a mi vida,
veinticuatro años y hay muchos más,
viviendo solo en un paraiso,
que hace que me lo piense dos veces.
Se pierde el amor, vaya pérdida,
dame cosas que no se pierdan,
como una moneda que no se eche a perder
rodando hasta casa hacia ti.
Viejo, pégale un vistazo a mi vida,
soy como tú.
Necesito alguien a quien quere durante todo el día.
Ah, un vistazo a mis ojos,
y puedes decir que es verdad.
Canciones de cuna, mira en mis ojos,
corretear por la misma vieja ciudad,
no significa tanto para mí,
para que te importe tanto a ti.
He sido el primero y el último,
mira como pasa el tiempo,
pero por fin estoy completamente solo,
rodando hasta casa hacia ti.
Viejo, pégale un vistazo a mi vida,
soy como tú.
Necesito alguien a quien quere durante todo el día.
Ah, un vistazo a mis ojos,
y puedes decir que es verdad.
Viejo, mira a mi vida,
soy como tú eras.
Viejo, mira a mi vida,
soy como tú eras.
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