Las costas francesas a lo lejos, el agua salpica mi cara, ¡estoy tan cerca de ti! He tenido que volver, regresar a mi mundo pasado, a mi Honddarbi, a visitarte para recibir tu consejo desde tus aguas ahora oscuras, revueltas y tristes como yo me encuentro, lleno de nostalgia y de cierta frustración. Siempre has sido mi amigo fiel, quien me ha llenado de esperanza, quien ha sabido comprender mis errores, mis penas, y donde tu brisa fría, que ahora hiela mis lágrimas, ha llenado mis alforjas de esperanza en los momentos más complicados. Paseo por tu orilla buscando una razón a este otoño vital que me llega inexorable, que me escuece como nada en esta vida, que me prohíbe querer lo que más quiero. ¡Qué fueron de aquellos años en los que nada parecía imposible, en los que conseguía todo lo que anhelaba, en los que con una sola sonrisa, el mundo se ponía a mis pies! El espejo me habla de lo efímero que es el triunfo, de que el tiempo surca por mi cara con un arado profundo enseñando mis miserias... Miro en tus aguas y la veo reflejada, quiero ir hacia ella, necesito salvarla de tus entrañas..., pero desaparece, no ha estado nunca, es un espejismo tan bello que me hizo ser feliz en aquellos años, unos momentos muy intensos, llenos de alegría, dramáticos en algún momento, pero recordados con pasión, con mucho cariño. Vuelven mis recuerdos, mi niñez, mi fracasado matrimonio, mi hijo... ¡y tú!; las lágrimas se amontonan en mis pómulos, la imagen de mis aitas aparece entre las nubes, ¡qué tiempos tan felices!, mi niñez, en definitiva, los momentos más importantes de mi vida. Y vuelves otra vez, entre las olas, quiero cogerte de la mano, pero es imposible, ya lo era antes y ahora más, te alejas, te vas... creo que nunca has estado, quiero hundirme contigo en las aguas oscuras y bulliciosas, decir adiós a un mal sueño, ¡pero es tan agradable tu recuerdo! De nuevo la brisa azota mi rostro, me miro y no me reconozco, el otoño ha llegado ¡demasiado pronto! cruel e infalible apartándome de tí... ¡hace tanto tiempo! Aparecen dos gaviotas blancas, sobrevuelan mi cabeza, me quieren decir algo... ¡agur aitas, nos vemos pronto! It's a hard life, of course!
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